¿Por qué no debes comer productos “light”?

Los productos light invaden las estanterías de nuestros supermercados. Tan sólo debemos pasearnos por los pasillos de uno de ellos, para darnos cuenta de la enorme presencia que tienen este tipo de alimentos. Bollería, productos procesados, chocolates, snacks… En sus etiquetas, nos aseguran que podemos comer aquellos alimentos más calóricos sin que nuestro cuerpo se vea afectado, y por tanto, sin remordimientos. Y, son muchas las personas que optan por ellos pensando que así están rebajando las calorías que ingieren, y cuidando, consecuentemente, su salud.

No obstante, parece que los nutricionistas le han declarado la guerra a este tipo de productos. Y la verdad es que razón no les falta. A pesar de comercializarse como una opción sana, en muchas ocasiones genera mayores problemas de los que lo hacen aquellos alimentos que no cuentan con esta etiqueta.

Quizás no conozcas los peligros que tienen consumir alimentos etiquetados como “light”. A continuación vamos a revelarte unos pocos de sus secretos. Con mucha probabilidad, cuando los conozcas, entenderás que existen formas mucho más saludables de comer y disfrutar comiendo.

Lo que esconden los productos “light”.

1.Que sea “bajo en grasa” no quiere decir que sea saludable

Los productos “light” suelen denominarse, también, bajos en grasa. Nuestra cultura popular le otorga un valor negativo a la palabra “grasa”, pues está muy asociada a la ganancia de kilos. No obstante, existen diferentes tipos de grasa, y no todos ellos son perjudiciales para nuestra salud. De esta manera, no siempre es bueno prescindir de cualquier tipo de grasa.

Existen muchos productos que, a pesar de comercializarse como productos bajos en grasa, no lo son. Basta con hojear sus ingredientes para darnos cuenta de que, si comparamos un producto light de un producto normal, la diferencia nutricional es tan pobre que en realidad no nos supone ninguna ventaja consumir este tipo de productos.

Por ello, no por consumir productos light estamos cuidando más nuestra salud. Lo haremos sí, en vez de adquirir alimentos procesados y ya cocinados, los cocinamos nosotros en casa con ingredientes naturales. De esta manera, sabemos qué tipos de ingredientes lleva, y podremos controlar sus cantidades.

2. Terminamos comiendo más al consumir un producto “light”.

A todos nos ha pasado: hemos comprado un producto light y, como hemos pensado que es menos dañino para nuestra salud, hemos terminado abusando de él. Estado no produce ninguna ventaja en nuestro organismo. Además de que no siempre los productos light son mejores, si somos conscientes de la cantidad que hemos comido de ese alimento light, nos daremos cuenta de que, probablemente, hemos comido mayor cantidad que si no fuera light. Evidentemente, no es una práctica muy recomendable. Los productos catalogados como bajos en grasa adormecen nuestro autocontrol y nos predisponen a darnos esos atracones que tan dañinos resultan para nuestro organismo.

3. Consumir los alimentos light no hará descender la báscula.

Nuestro peso se modifica por las calorías ingeridas, y no por la grasa que ingerimos. En muchas ocasiones, encontramos productos light que contienen un número alto de calorías, por lo que no se reflejan positivamente en nuestra báscula.

4. Estos productos no alimentan igual que los normales

Teniendo en cuenta que la grasa contiene unos nutrientes que, consumidos de manera controlada, son beneficiosos para nuestro organismo, resulta ilógico pensar que un producto bajo en grasa puede aportar lo mismo. Estos productos, no sólo restan grasa a su composición, sino también vitaminas y otros nutrientes beneficiosos.

5. Este tipo de productos, lejos de lo que se espera de ellos, pueden hacernos ganar peso.

Sí, aunque resulte muy incongruente, puede que ganemos peso comiendo estos alimentos. Esto es debido a varios procesos. Generalmente, los productos light incorporan productos endulzantes para conseguir un mejor sabor. Estos productos disparan a la insulina nuestro cuerpo, lo que puede generar un aumento de peso. Gracias a la sensación tan dulce que provoca, activa nuestros mecanismos de adicción a este sabor. Esto hace que, con el tiempo, estemos más predispuestos a comer alimentos dulces, aumentando la ingesta de productos hipercalóricos con un alto contenido en grasas saturadas.

Por ello, no siempre se pierde peso consumiendo productos light. También puede ocurrir el efecto contrario.

Estos cinco secretos evidencian que no siempre optar por consumir productos light es una buena idea, sobre todo si queremos controlar nuestro peso. Comer de manera saludable y llevar una vida activa, es la manera ideal y más efectiva de conseguir nuestros objetivos de peso y salud.

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