Mi casa, es ese remanso de paz donde quiero ir cuanto termina mi jornada. El lugar que me reconforta y me anima, me da fuerzas, que me permite crecer, soñar y cumplir mis sueños. Que respira conmigo, vibra, juega y comparte, hace que merezca la pena regresar, un oasis en el mundo… ¿Te sientes así? Ese es el objetivo del Feng Shui, el arte milenario Chino popularizado para Occidente hace ya unos cuantos años.
Dejando aparte el origen y el misticismo del Feng Shui, es una herramienta práctica para la vida diaria. Es el armazón sobre el que construimos la vida que queremos y lo mejor que nos puede ofrecer el Universo. Nuestro hogar es un espacio vivo, nuestros objetos tienen vida, nuestros deseos y experiencias también. Él nos devuelve aquello que le enviamos.
Si le damos acumulación de cosas que no usamos, nos devuelve estancamiento, si le damos orden nos ofrece fluidez, si le permitimos cambiar nos trae oportunidades. Nuestra casa refleja lo que nosotros somos y el momento en el que estamos. Una casa es un diagnóstico exacto de la vida y el cómo de sus habitantes y viceversa, actuando en la casa podemos cambiar la vida de las personas que la habitan.
No es (como a veces se ha pensado) la reducción a la simple ornamentación de meros objetos externos, el Feng Shui te conduce a un aprendizaje de aquello en lo que nos enfocamos, una toma de conciencia de donde estamos y hacia donde queremos ir, creciendo internamente en el proceso e integrándolo.
Es un proceso que como todo darse cuenta, a veces es doloroso, incluso caótico por momentos, pero que nos da la mano para llevarnos a una vida más satisfactoria y armoniosa. Un aprendizaje sobre el cambio, la adaptación y la belleza del camino. Así que si todavía no lo has probado, quizá ya es hora de que empieces. Quedarse parado en el miedo no nos trae nada nuevo y lo antiguo ya lo conocemos.
Aprovechando que entramos en el Año Nuevo y que nos inundan deseos de mejorar, de dejar lo malo y permitir a lo bueno que aparezca, los nuevos objetivos y deseos, hay muchas cosas que puedes hacer (como en todo, la ayuda profesional permite mayor profundidad en el proceso):
· Limpieza de armarios… Sí, esto suena a lo de siempre, y está en nuestra mente como un debería, una obligación. Pero dale un giro a esta idea. Lo que vamos a hacer es dejar sitio para lo nuevo, atraer nuevas oportunidades, nuevos comienzos, libertad y soplos de aire fresco. Así que lo que no utilizas (objetos, ropa, etc.), aquello que te trae malos recuerdos, lo que no te gusta, permite que se vaya porque está bloqueando tu vida. (Si vivimos con más personas, podemos negociar lo que se va y lo que no o hacer un rincón especial para cada uno donde pueda poner sus cosas).
· Todo aquello que esté roto arréglalo o elimínalo.
· Vive con lo que te gusta. A partir de ahora créate una nueva premisa: “vivo sólo con lo que me gusta”. Es posible tener una casa con cosas que nos encanten. Como no estamos acostumbrados no nos damos cuenta de cuanta energía perdemos al rodearnos de objetos que no reflejan quienes somos, que nos han regalado, que llevan mucho tiempo… pero que no nos satisfacen. Nuestra energía se eleva cuando nos rodeamos de objetos realmente queridos por nosotros.
· Elimina los muebles no seguros, con esquinas puntiagudas o salientes. Generan fricción, inseguridad y causan problemas a sus habitantes. En la medida de lo posible créate un hogar cómodo y seguro, el chi (energía vital) es más receptivo y tú y tu familia lo notaréis.
· Coloca las camas y asientos de modo que puedas ver la puerta. Esto es también muy importante para mesas de estudio o de trabajo. Nos sentiremos seguros y confiados, y podremos descansar o trabajar mejor en su caso, permitiendo que salga lo mejor de nosotros.
· Revisa tus obras de arte (pinturas, esculturas, música…). El arte tiene mucho que ver con nuestra vida. Si eres una mujer y quieres encontrar pareja, no te benefician los cuadros de mujeres solitarias. Si quieres amigos busca algo que represente grupos, o fiestas, con el tipo de actividad que te gustaría realizar. Si buscas meditar o conectar con tu parte espiritual introduce algún maestro con esta actitud o un lugar especial que te lo recuerde. Pon atención en encontrar aquello que deseas en este momento. Puede que te cueste al principio pero si continúas con esa intención poco a poco te irá llegando lo que buscas…
· Sé creativa/o. Permite que salga lo mejor de ti. Fluye en el proceso. Si te apetece hacer algo, hazlo, aunque no sepas si va muy bien con el Feng Shui. Permite que “tu duende” salga y te sorprenderás de las cosas que puedes hacer.
· Coloca el mapa bagua sobre el plano de tu casa, así podrás ver qué habitaciones corresponden con cada zona de Feng Shui. Son las bendiciones del hogar. Puede darte mucha información. ¿Con cuál de ellas te gustaría trabajar?, ¿Qué te gustaría mejorar?, ¿Cuáles son tus deseos?
· Equilibra el Yin (representa lo pasivo, oscuro, redondeado, la noche, el frío…) y el Yang (lo activo, la luz, lo anguloso, el día, lo caliente…) en tu casa. Examina cada habitación. Los dormitorios por ejemplo, necesitan ser más Yin para que podamos descansar. La cocina y el salón son más Yang. Si algún espacio necesitas activarlo, ponle fuego, luces… o bien lo contrario, si quieres un ambiente más tranquilo, reduce luces, juega con colores más oscuros y aquello que te haga sentirte relajado.
· Incorpora los 5 elementos. Es la manera en la que el chi (la energía) se manifiesta. Los cinco elementos son madera, fuego, tierra, metal y agua. Cuando están los cinco en equilibrio generan armonía (un acuario por ejemplo).
· La primera impresión es muy importante. ¿Qué es lo primero que ves cuando llegas a tu casa?, ¿Cómo te hace sentir lo que ves?, ¿Cómo te gustaría ser recibida? Aquello que ves tú, también lo ven los demás. ¿Qué quieres expresar al mundo?
· Créate un espacio. Si quieres pintar para hacerlo tienes que quitar las cosas de la mesa del comedor, sacar las pinturas y todos los materiales, después guardarlos porque necesitas la mesa, es probable que no llegues a pintar casi nunca. Si hay algo que para ti es importante, crea tu espacio para que esté en tu vida.
· Introduce alguna fuente para mover la energía.
· Las plantas son fuente de vida y salud. Tienen un chi elevado si están sanas. El Feng Shui recomienda que sean de hojas redondeadas. Son grandes activadores.
· Empieza hoy, este es el mejor día para diseñar tu nueva vida y el hogar que deseas.