Las demencias son, actualmente, el tipo más frecuente de neurodegeneración cerebral en personas de tercera edad. El crecimiento de la esperanza de vida ocasiona que algunas estructuras del organismo sufran problemas a lo largo de una vida cada vez más longeva. Estas patologías están cada vez más presentes en nuestros mayores, avanzando poco a poco y acompañándolos hasta su fallecimiento. El Alzheimer y la demencia vascular son los tipos de demencia más comunes.
Estas enfermedades neurodegenerativas tienen su aparición de manera escalonada, aumentando su gravedad a medida que pasa el tiempo. Por ello, es muy probable que en el momento de su inicio no sepamos de su existencia, pues no existen señales suficientemente representativas para crear sospecha. Muchos de los familiares de personas con demencias empiezan a ser conscientes de la probabilidad de sufrir estos trastornos patológicos a medida que aumentan de grado y se observan conductas típicas.
Detectar las demencias de manera temprana es fundamental para poder iniciar tratamiento y evitar muchos de los problemas posteriores. Por ello, conocer los signos de alerta de la demencia es especialmente útil, pues permite empezar a trabajar con ella de manera adecuada.
Los factores de riesgo de la demencia
Estas enfermedades neurodegenerativas suelen aparecer en personas mayores; no obstante, no todas las padecen y, en ocasiones, también afecta a personas de media edad. Los factores de riesgo que pueden incidir en su aparición son los siguientes:
- Obesidad
- Hipertensión
- Colesterol
- Diabetes
Aunque no todas las personas que presentan estos factores de riesgo desarrollan una demencia, la investigación nos habla de una mayor probabilidad. La mejor manera de evitar la posibilidad de desarrollar una demencia es llevar una vida activa, que pueda prevenir estos problemas y alejarnos de este tipo de enfermedades.
Signos de alerta
Los signos de alerta nos permitirán sospechar que existe algún tipo de demencia en nuestros mayores, y poder iniciar, así, un seguimiento médico y su tratamiento. Conocerlos es, por tanto, muy importante a la hora de empezar a abordar el problema.
Signos de alerta tempranos
Se dan en las primeras fases de la enfermedad. En muchas ocasiones, los signos de alerta pasan desapercibidos confundiéndose con problemas de memoria típicos de la edad. No obstante, ante la duda debemos visitar siempre a un profesional y dejarnos llevar por su criterio.
Olvidos
Son más frecuentes de lo que pensamos, sobre todo en nuestros mayores. Debemos tener en cuenta que muchos de los olvidos que se producen no se verbalizan, por lo que el mayor puede estar escondiendo este problema. Olvidar donde ha dejado las gafas, el mando de la tele y/o incluso el bastón puede hacernos sospechar de un problema de memoria.
Desorientaciones
Episodios en los que nuestro familiar no sabe dónde se encuentra ni que momento del día es puede darnos a entender que algo está funcionando de manera incorrecta en su sistema de orientación.
Signos de alerta intermedios
Nos dicen que la enfermedad está evolucionando, y que efectivamente, la asistencia médica se vuelve mucho más necesaria.
Olvidos de detalles importantes
Como los nombres de los familiares y sus características. En algunos casos, es posible que no reconozca los rasgos físicos de estos familiares o que no sepa con quien está hablando por teléfono, a pesar de hablar con alguien de su círculo más íntimo.
Olvido de palabras y conceptos
En muchas ocasiones, los enfermos de algún tipo de demencia olvidan conceptos, lo que les produce un problema de comunicación con los demás. Sus oraciones, con frecuencia, no se terminan debido a estos olvidos.
Hablar de temas recurrentes
Realizar las mismas preguntas o comentar los mismos detalles suelen ser síntomas bastante frecuentes de demencia. La persona no recuerda que ya se ha hablado anteriormente de ello y vuelve a hacerlo.
Cambios en el comportamiento
En ocasiones, las personas con demencia deambulan por casa sin ningún objetivo, se pierden por el pasillo debido a la desorientación espacial y/o pueden experimentar episodios agresivos.
Signos de alerta en etapas avanzadas
Los problemas anteriormente descritos se vuelven más graves a medida que avanza la enfermedad, incidiendo de manera significativa en la vida de la persona y en la de todos los que la rodean.
Es muy recomendable que, si la persona presenta algunos de estos síntomas, pueda recibir atención médica para iniciar una valoración que determine que clase de demencia produce y empezar con un tratamiento eficaz. En muchas ocasiones, los tratamientos suelen ser eficientes, permitiendo a la persona llevar una vida lo más tranquila y adaptada posible.