Higiene bucal: La historia del cepillo de dientes

Hoy les traigo la historia de este objeto tecnológico tan cotidiano y necesario, la higiene bucal ha sido un tema durante miles de años, y los métodos de limpieza, como veremos, no han cambiado mucho desde los tiempos de Egipto y Babilonia.

Las primeras civilizaciones en ocupar herramientas de higiene bucal fueron estas dos nombradas. Era un antecesor del cepillo como lo conocemos hoy llamado Miswak o Siwak. Consiste en la rama de un árbol llamado Arak, o árbol cepillo de dientes. Este árbol se encuentra en África y partes de Asia. La rama es masticada, liberando así su sabia que contiene antisépticos y propiedades curativas, y después de un rato masticando una esquina, ésta queda fibrosa y deshilachada, funcionando como cepillo. Además de que puede servir para masajear encías y lengua, contiene una importante cantidad de flúor, elemento utilizado hasta el día de hoy en las pastas de dientes que utilizamos nosotros.

Hasta el día de hoy en algunas partes de la India y algunas tribus africanas y de Asia siguen ocupando este árbol con este propósito.

Los primeros indicios de higiene bucal

Gracias a excavaciones arqueológicas se han encontrado distintos materiales u objetos como huesos, plumas, o espinas de puerco espín que eran usados como mondadientes. Se piensa que incluso antes de que existiera Egipto y Babilonia, tras el descubrimiento del fuego, trajo consigo la posibilidad de cocinar alimentos, hizo que el almidón se hiciera más común en la dieta diaria. Como consecuencia, se vieron en la necesidad de cuidar más su higiene bucal, pues sabemos que el almidón puede ser dañino para las dentaduras.

Luego, cuando el humano se asentó en pueblos sedentarios, la revolución agrícola trajo la ingesta de pan y azúcares a nuestra vida cotidiana, lo que hizo más necesario un cuidado diario de los dientes.

Pero el cepillo tal y como lo conocemos hoy encuentra sus primeros antecedentes en China, al rededor del siglo XV, y sus cerdas estaban hechas de pelo de Jabalíes del norte del país. Las frías temperaturas de allí hacían que los Jabalíes de estas zonas tuvieran un pelaje más grueso que los del sur. El pelo se cosía a huesos o bambú y con ello procedían a higienizar su boca.

Esparciéndose por el mundo

Por el 1600, finales del renacimiento, el invento llegó a Europa. En primer lugar no tuvo una buena aprobación del publico usuario, decían que las cerdas del cepillo eran demasiado gruesas, dañando y causando irritación en las encías, causando así dolor. Además en Europa no estaban acostumbrados a una buena limpieza bucal, lo que naturalmente causa encías más débiles y sensibles al tacto. Así, cambiaron el pelo de Jabalí por crin de caballo, más fino.

Para este tiempo el uso de este utensilio era reservado para los reyes y los pertenecientes a la clase alta, pues hacían el mango de marfil. Aún así cuando se hizo más masivo su uso, mas el descubrimiento de que debido a la humedad que guardan las cerdas de crin de Caballo, se acumulan gérmenes y hongos, no tuvo mucha cabida a nivel social.

No fue hasta comienzos del siglo XX que el cepillo de dientes se hizo más masivo. Las cerdas hechas de nailon hacen que sea más fácil de secar, por tanto es más higiénico. Además es más flexible y resistente. Con el tiempo se fueron creando distintos tipos de cepillos, adaptados a los distintos tipos de encía.

Y bueno, al día de hoy son muy comunes los cepillos automáticos, que vienen con un motor incluido, y cada vez la tecnología es más refinada, y se han agregado a nuestro arsenal de limpieza bucal el hilo dental, el enjuague bucal y pastas de dientes.

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